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viernes, 18 de julio de 2025

LAS MONEDAS DEL REINO DE LEÓN: HISTORIA, EMISIÓN Y SIMBOLISMO

La historia de la moneda en el Reino de León y particularmente la de su capital es una ventana privilegiada al poder, la ideología, la economía y el arte de uno de los reinos más influyentes de la Hispania medieval. A lo largo de los siglos XI al XIV, León no solo fue un centro emisor de numerario, sino un espacio simbólico de identidad política e imperial. La moneda, más allá de su función económica, fue instrumento de legitimación, propaganda, expresión cultural y disputa de soberanía.

Voy a abordar brevemente algunos aspectos de las emisiones monetarias leonesas, incluyendo aspectos históricos, simbólicos, técnicos, cronológicos y espaciales, desde los primeros experimentos en la época de Alfonso VI (1065-1072) hasta la consolidación bajo Alfonso VII (1126-1157), pasando por las complejas relaciones entre el poder regio y las instituciones eclesiásticas emisoras. También el simbolismo del león como icono, la evolución técnica de la acuñación, la organización de los monederos, la ubicación urbana de las cecas y la representación de las leyendas monetales.


El contexto del poder monetario en León

El “Ius Monetae”: titularidad y concesiones

El derecho a emitir moneda en la Edad Media, denominado ius monetae, fue un atributo esencial de la soberanía. En León, como en otras monarquías europeas, este derecho fue considerado privativo del rey, aunque en momentos específicos se concedieron facultades a iglesias o monasterios. Alfonso VI, por ejemplo, otorgó a Santiago de Compostela el privilegio de acuñar moneda, renovado por sus sucesores, aunque siempre con carácter condicionado y no perpetuo.

A lo largo de los siglos XII y XIII, aunque persistieron concesiones a entidades eclesiásticas (como el monasterio de Sahagún o el obispo de Palencia), se impuso progresivamente la centralización regia, culminando en 1202 con la venta general de la moneda por Alfonso IX. Desde entonces, la moneda fue un monopolio real efectivo.


Primeras emisiones del Reino de León (ss. XI-XII)

Alfonso VI y la moneda cristiana medieval

La conquista de Toledo en 1085 por Alfonso VI supuso el acceso a una infraestructura monetaria heredada de la taifa y del antiguo sistema visigótico. Desde ese momento, el rey leonés impulsa la primera moneda hispanocristiana medieval, acuñada en Toledo, León y Santiago.

Estas primeras emisiones incluyen símbolos cristianos como la cruz latina, alfa y omega, junto a leyendas como ANFVS REX y TOLETVA, reafirmando la nueva autoridad y la continuidad con la tradición visigoda. Aunque no figura el título de imperator en las monedas, el monarca sí lo usó profusamente en su actividad diplomática como “Imperator Totius Hispaniae”.


Dirham acuñado en Toledo, tras la conquista de Alfonso VI de León y Castilla.

Anverso: En árabe: No Dios / sino Dios, / sólo Él; en la orla: En el nombre de Dios, el Clemente, fue acuñado este dirham en la ciudad de Toledo.

Reverso [en árabe]: Fue acuñado este / dirham en la ciudad / de Toledo; en la orla: En el mes de Safar, año nueve y setenta y cuatrocientos.

Datación: 5/1086-6/1086 (Mes Safar de 479 H.)


Urraca I, la primera “Imperatrix”

Urraca I, hija de Alfonso VI, fue la primera mujer en Europa Occidental que reinó con poder pleno. Su figura, cargada de controversia y autoridad, aparece por primera vez en monedas con efigie real femenina. Emitió monedas con su retrato frontal coronado y leyendas como VRACA IMPATRIX o V. IMP-ERATRIX, así como referencias a LEO CIVITAS, en clara vinculación con la ciudad de León como capital y símbolo.



Dinero de vellón, emitido por Doña Urraca, reina de León y de Castilla.

Anverso: +VRACA RE, entre gráfilas de puntos. Busto de frente con diadema.

Reverso: +TOLETVO, entre gráfilas de puntos. Cruz patada equilateral.

Huellas de la cruz patada del tipo del reverso en el anverso.

Datación: 1109-1112


Alfonso VII (1126-1157), el esplendor imperial en la moneda

Coronado emperador en León en 1135, Alfonso VII trasladó de forma sistemática el título imperial a la moneda. Fue el primer monarca en incorporar el símbolo del león rampante como representación del Reino y de la ciudad. Las monedas incluyen leyendas como LEONIS CIVITAS, IMPERATOR, y representaciones gráficas del león como icono. 

Hasta ese momento, el signo utilizado por los monarcas era la cruz. Al final de su reinado también aparecerá en documentos regios, y su uso se generalizará bajo Fernando II (1157-1188) y Alfonso IX (1188-1230). La primera referencia escrita del león como símbolo del rey se encuentra en la Chronica Adefonsi imperatoris, al describir los ejércitos que participan en la toma de Almería

Su numismática tuvo una función propagandística clara, reforzar la unidad imperial sobre los demás reinos cristianos y musulmanes peninsulares, y vincular la ciudad de León a su persona.

Dinero de vellón (plata y cobre), emitido por Fernando VII de León y Castilla.

Anverso: León rampante a derecha.

Reverso: IMPERATO. Cruz equilateral.

Datación: 1126-1157


El león como símbolo, origen, evolución e identidad

Aunque el nombre de León proviene del latín Legio, por la Legio VII Gemina, creada por el emperador Galba en Clunia (Burgos) cuando fue proclamado emperador por sus tropas en contra de Nerón en el año 68. Esta legión, nacida como Legio VII Galbiana, le sirvió para completar los efectivos de la Legio VI Victrix y obtener así un ejército que le permitiera convertirse en emperador.

La ciudad de León creció alrededor del lugar donde estaba asentada la Legión VI Victrix hasta 69, sustituida por la Legión VII Gémina en 74 procedente de Pannonia, siendo el nombre de León una evolución del término Legio, que acabó dando lugar en romance a León.

Desde la Edad Media se reinterpreta como leo (león), favoreciendo una asociación visual y política. El león aparece desde entonces en monedas, sellos, miniaturas y escultura como símbolo de la realeza, la ciudad y el imperium.

El león era un emblema parlante, pues hacía referencia al nombre del reino.

La figura de ese primer león no se ajustaba a las posteriores normas heráldicas y varió en cuanto a su forma y postura;​ casi todos los leones que aparecen en monedas, signos rodados y sellos de los reyes son pasantes, unas veces orientados hacia la derecha y otras hacia la izquierda, acompañada de la leyenda con el nombre de la ciudad.

Frente a esto hay dos excepciones, las figuras de los escudos de Fernando II y Alfonso IX en la catedral de Santiago de Compostela, que se representan como leones rampantes, en vertical, a lo largo del soporte.

El león sería el símbolo más antiguo de Europa Occidental, siendo anterior, por ejemplo, a los tres leones ingleses (1189-1199, con Ricardo Corazón de León, aunque su hermano ya utilizó dos leones en un sello en 1177) y a las flores de lis francesas (1180-1223, durante el reinado de Felipe Augusto).

La elección del león como emblema remite a su papel en la iconografía bíblica (la Biblia dice que Cristo es "el león de Judá") y grecorromana como figura de fuerza, justicia, vigilancia y majestad.


Las Casas de Moneda en el Reino de León

Antes de 1263, los talleres de moneda eran itinerantes o temporales, vinculados a concesiones concretas. La ciudad de León contó con casa de moneda desde al menos 1087 hasta 1391. Otras ciudades leonesas con actividad monetaria fueron Santiago, Sahagún, Zamora, Lugo, Salamanca, Astorga, Oviedo y Ciudad Rodrigo.

En León, se ha documentado toponimia como Calle de la Moneda, y según la urbanística medieval, la ceca solía ubicarse en calles estrechas, próximas al centro urbano, a fuentes de agua y al poder eclesiástico o político.

En el siglo XII, el geógrafo y viajero árabe Edrisi escribió lo siguiente sobre León: "Allí se practica un comercio muy provechoso. Sus habitantes son ahorradores y prudentes". Tenemos también noticia de León a través de diversos códices, entre ellos el Codex Calixtinus, manuscrito que, entre otras cosas, contiene información sobre la ruta que los peregrinos seguían hacia Santiago de Compostela. Con el tiempo, la ciudad conoció el desarrollo de nuevos barrios, en ocasiones extramuros de una ciudad que ya se quedaba pequeña, y casi siempre a la vera del camino de los peregrinos, que accedían a la ciudad por la llamada Puerta Moneda.


Técnicas de acuñación y organización productiva

Preparación técnica

La acuñación incluía la preparación de cuños, la fundición de cospeles y el uso de martillos y yunques. El proceso era controlado por oficiales regios o monederos especializados, que respondían ante la Corona. La ciudad de León fue también sede de tratados técnicos de ensayo monetario en 1393, lo que muestra un alto grado de desarrollo.

El rol de los monederos

Los monederos eran artesanos privilegiados, con estatus jurídico especial otorgado por el Rey. León y otras ciudades contaban con gremios o corporaciones de monederos, encargados de la producción, ensayo, marca y autenticación de la moneda, así como de la responsabilidad de controlar la regularidad de las emisiones monetarias, en cuanto a forma, peso y aleación.


Sistemas monetarios, trimetalismo y bimetalismo

En los siglos XII y XIII, coexistían monedas de oro, los maravedís o morabetinos (de origen almorávide, utilizado por los reinos hispánicos durante la Edad Media en transacciones de relevancia), de plata y de vellón (aleación de un metal noble, generalmente plata, más raramente oro, con otro metal no precioso generalmente cobre o zinc). Los maravedís estaban emparentados directamente con el dinar de oro de Al-Ándalus, derivando su nombre del término por el que se conocía en Europa al grupo bereber de los Almorávides (en árabe: al-Murābiṭūn).

El sistema trimetálico provocaba problemas de equivalencias, falsificaciones y devaluaciones. El oro fue importante en León por el comercio atlántico y por las parias de taifas (impuesto que pagaban los reyes de taifas a los reyes cristianos, principalmente al Reino de León, para que no les atacaran y para ser protegidos de enfrentamientos entre las propias taifas o de los ataques de otros reinos cristianos), mientras que la plata dominaba en las emisiones cotidianas.

El pago de las parias efectuado por los musulmanes peninsulares al reino de León favorece la presencia de gran cantidad de oro en esta ciudad desde mediados del siglo XII.​ Será entonces cuando el sueldo leonés, hasta entonces, junto a la libra, moneda principal de cuenta, adopte un valor más secundario incluso como divisor del morabetino que va desplazando a la libra en su papel principal. El morabetino viene a valer del orden de 8 sueldos en enero de 1205​ pagándose, a su vez, 16 dineros por sueldo en enero de 1214.

Con el tiempo se desarrolló una política de estabilización monetaria con ordenanzas concretas y marcas de taller, impulsando una cierta uniformidad en la moneda leonesa y castellana.


Representación de las leyendas monetales

Las monedas leonesas emplearon leyendas en latín, que incluían nombres de monarcas, títulos (REX, IMPERATOR), topónimos (LEO, TOLETVN, SANTIAGO), y fórmulas cristianas (DEI GRATIA). Estas leyendas eran parte de la comunicación simbólica del poder y su estudio epigráfico revela variantes gráficas significativas.

La cruz patada, un león o el busto esquematizado del rey o la reina con el cabello suelto y una diadema, junto a leyendas como ANFVS. REX, VRACA RE, LEONIS, DEI GRATIA REX alrededor de la moneda en el anverso; mientras que aparece la cruz patada, el crismón, estrellas y roeles y leyendas como TOLETVN, IMPERATOR, INNE PATRIS T FLI T SPS SCI, en el reverso. Incluso monedas con leyendas en latín y en árabe en la misma pieza.


Maravedí en oro, emitido por Alfonso IX de León y Castilla.

Anverso: Busto coronado del rey. ALFONSVS:DEI:GRATIA:REX.

Reverso: León rampante a la derecha. INNE PATRIS T FLI T SPS SCI.

Datación: 1190-1200


Maravedís en oro, dirhams, doblas, meajas, óbolos y dineros de vellón.

Las leyendas fueron herramientas de propaganda y de diferenciación regional, incorporando símbolos visuales que eran fácilmente identificables por los usuarios analfabetos, que era la mayoría de la población.


Transiciones y Reformas (ss. XIII-XIV)

Con posterioridad Alfonso IX (1188-1230) centralizó el poder de emisión de moneda y a partir de Alfonso X (1252-1284) se unifican los tipos monetarios en todo el reino, con una política centralizada que elimina la dispersión de cecas. A pesar de ello, la ciudad de León conserva su importancia hasta el siglo XIV. Alfonso XI y Pedro I introducen reformas monetarias en las que se consolidan los dineros de vellón y se reducen las emisiones locales.

Durante las guerras civiles y las luchas internas, algunos aspirantes al trono, como Sancho IV (1284-1295), llegan a emitir monedas propias en León, lo que muestra la importancia política de controlar la ceca leonesa para asentar sus aspiraciones al trono.


Como conclusión se puede decir que la moneda en el Reino de León y su capital fue mucho más que un medio de cambio, fue un símbolo imperial, un instrumento de propaganda, una herramienta jurídica y una manifestación del poder real. Desde las primeras emisiones cristianas de Alfonso VI hasta las reformas centralizadoras de Alfonso X, la ceca de León reflejó la evolución de este Estado medieval hispano y su peculiar identidad.

El uso del león como icono, la presencia de leyendas con títulos imperiales, la ubicación urbana de las casas de moneda y las innovaciones técnicas y jurídicas evidencian un sistema numismático sofisticado y profundamente imbricado en la historia política de la Península Ibérica.



Para profundizar un poco más:

AA.VV. Reino de León. 910-1230. Hombres, Mujeres, Poderes e Ideas. Ed. Edilesa.

García García, F. (2009). León, Base de datos digital de iconografía medieval. Universidad Complutense de Madrid. En línea: 

https://www.ucm.es/bdiconografiamedieval/el-leon

Hernández-Canut, L. (2003). La divisa del Emperador, Crónica Numismática, 154, pp. 38-42.

Mínguez Martínez, Julio (2011). «Moneda medieval en el Reino de León. Análisis de términos monetarios en la documentación del archivo de la catedral de León (711 - 1252)». Ab Initio: Revista digital para estudiantes de Historia 2 (Extra 1): 11-67. ISSN 2172-671X.

Mozo Monroy, M. (2017). Enciclopedia de la moneda medieval románica en los reinos de León y Castilla. Siglos VIII-XIV. Vol I.

Roma Valdés, A. (2010). Emisiones monetarias leonesas y castellanas de la Edad Media organización, economía, tipos y fuentes. A. Roma. ISBN 978-84-614-1268-6. OCLC 733586201

Roma Valdés, A. (2019). Las monedas leonesas y castellanas del siglo XII. (Colaboradores; Castro Alfonso, E., Rueda Rodríguez-Vila, P. y Sánchez Rincón, R.)

Serrano, A. (2023). León: ciudad y símbolo en la moneda. We are numismatics.



César J. Pollo - 2025 ©

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