domingo, 31 de agosto de 2025

CONSECUENCIAS AMBIENTALES Y SANITARIAS DE LOS INCENDIOS EN LEÓN (agosto 2025) - PRIMER AVANCE

 

Un rápido y breve resumen sobre los incendios en la provincia de León durante el mes de agosto de 2025 y sus principales consecuencias ambientales, económicas y sanitarias.


1) Magnitud y superficie afectada

Según la Junta de Castilla y León, la superficie quemada por grandes incendios (≥500 ha) entre el 18 de julio y el 26 de agosto asciende a 141.131 ha en la comunidad, de las cuales más de 108.000 ha corresponden a la provincia de León, lo que supone casi el 65% del total. Estas cifras se basan en datos de Copernicus, y son preliminares hasta una validación definitiva en campo.



Foto satélite Copernicus a 24/08/2025



Ver también: ¿POR QUÉ LA REGIÓN ENTRE ZAMORA, LEÓN Y ORENSE ARDE TANTO?


2) Impacto sobre espacios protegidos y biodiversidad

Los incendios han afectado gravemente a hábitats, alguno de ellos prioritarios, de espacios naturales y de la Red Natura 2000 en León, incluyendo ZEC y ZEPAs como Montes Aquilanos, Sierra de la Cabrera, Alto Sil, Sierra de los Ancares, el Monumento Natural del Lago de La Baña y áreas del Parque Nacional de Picos de Europa y del Parque Regional de la Montaña de Riaño y Mampodre.


Además, el incendio de Yeres arrasó gran parte del Monumento Natural de Las Médulas (Patrimonio Mundial) y su entorno, comprometiendo tanto valores naturales como culturales. WWF alerta que el 89% de los bosques en RN2000 ya estaban en estado “desfavorable”, por lo que estos incendios aumentarán aún más su vulnerabilidad postincendio.


Estos incendios también han afectado al hábitat de muchas especies, algunas catalogadas "En peligro de extinción", como el oso pardo y el urogallo cantábrico. Pero muchas otras más se han visto gravemente afectadas, teniendo que desplazarse hacia otras zonas en unos casos, y en otros, aquellas especies con menor capacidad de desplazamiento (anfibios, reptiles, insectos, etc.), muriendo directamente en los incendios.



Superficie de grandes incendios forestales 2025 por provincia. 
Fuente: forestry.es a 21/08/2025 




3) Calidad del aire y salud pública

La Junta de Castilla y León emitió alertas por niveles muy elevados de partículas PM2,5 en León, recomendando evitar actividades físicas y el uso de mascarillas FFP2. 

Copernicus confirma que las emisiones de agosto fueron las más altas desde 2003, con humo que alcanzó incluso Francia y Reino Unido. Los hospitales registraron ingresos por crisis respiratorias, y algunos expertos advierten que los efectos pueden prolongarse días tras la extinción. 



Calidad del aire en España a 27 de agosto de 2025

4) Coste económico estimado

El coste de los incendios de 2025 supera los 10.000 millones €, con 8.000 millones en extinción y 2.000 millones en restauración. Aplicando ratios (19.000–20.000 €/ha en extinción) a las 107.000 ha de León, el gasto directo podría rondar 2.000 millones € solo en esta provincia, sin incluir pérdidas indirectas (turismo, servicios ecosistémicos, comunicaciones). La Junta ha aprobado un plan de ayudas urgentes por 114 millones € para afectados y la restauración inicial. 


5) Regeneración y horizonte temporal

Estudios recientes (CSIC, ULE) confirman que la regeneración natural comenzará en semanas en matorrales y rebollares, pero la recuperación estructural de robledales, pinares y castañares tardará 15–40 años. Las Médulas requerirá un plan integral de restauración cultural y ecológica “de alcance generacional”. Tristemente no es la visión temporal habitual de nuestros responsables, más centrados en una visión electoral cortoplacista.


6) Recomendaciones

  • Emergencia (0–6 meses): estabilización de suelos en microcuencas críticas (Boeza, Sil, Duerna), control de la erosión y protección del patrimonio en Las Médulas.
  • Medio plazo (1–5 años): restauración pasiva prioritaria, con intervenciones activas en áreas dañadas de alta severidad y en castañares singulares.
  • Largo plazo (10–40 años): seguimiento de conectividad ecológica y recuperación de hábitats RN2000.

Conclusión

Los incendios de agosto de 2025 en León constituyen el mayor desastre ambiental registrado en la provincia, con más de 108.000 ha afectadas y graves impactos en diferentes espacios naturales de gran valor ecológico (Montes Aquilanos-Teleno, Ancares-Alto Sil, Picos de Europa, Lago de La Baña, Sierras de Riaño y Mampodre, Sierra de los Ancares, Las Médulas, etc.), con un inigualable patrimonio natural y cultural; consecuencias directas e indirectas sobre numerosas especies animales y vegetales, algunas catalogadas "En peligro de extinción", así como graves efectos para la salud pública, y un coste económico directo (extinción + primeras restauraciones) que podría superar los 2.000 millones € solo en León, a lo que hay que añadir pérdidas en servicios ecosistémicos y turísticos (con especial atención en Las Médulas, Picos de Europa y Sierras de Riaño y Mampodre).

El retorno a una situación similar a la previa, con recuperación completa del paisaje y sus servicios ecosistémicos exige pensar en décadas, aunque la vegetación pionera comenzará a cubrir el suelo en meses y las primeras mejoras visibles podrán hacerse visibles en los 2-5 primeros años si se ejecuta bien la fase de emergencia y se potencia la restauración, principalmente pasiva, allí donde la naturaleza pueda rehacerse sola.


César J. Pollo - 2025 © 


jueves, 21 de agosto de 2025

MEDICAMENTOS DE ARNm: UNA IDEA FRAGIL (1990-2020)

El ARN mensajero (mRNA) parecería un instrumento ideal para construir medicamentos.

Esta diminuta molécula puede, en pocas palabras, decirle a las células humanas qué construir, desde factores de crecimiento hasta enzimas reparadoras. Pero, durante décadas, el ARN mensajero se consideró inútil: era extremadamente inestable (se degrada como un copo de nieve en una freidora en cuanto entra en el cuerpo) y genera respuestas inmunitarias e inflamatorias casi letales. Debido a eso, los esfuerzos para desarrollar tratamientos basados en ARNm en las décadas de 1990 y 2000 eran poco más que curiosidades académicas.

Así las cosas, el trabajo pionero de la científica húngara Katalin Karikó con mRNA en la Universidad de Pensilvania era contrario al dogma científico y a los intereses de las grandes farmacéuticas, y ya le había valido quedarse sin plaza de Profesor, y sin financiación, a principios de la década de 2000.

Por pura tozudez y fuerza de voluntad, Karikó logró convencer al profesor Drew Weissman de la validez de su trabajo, y juntos hicieron dos avances clave: (1) reemplazar la uridina por pseudouridina en el mRNA sintético, y (2) encapsular el mRNA en una lipopartícula (una gota de grasa, esencialmente), hacían que el mRNA se volviera seguro y estable, desbloqueando así su enorme potencial en medicina.

Ese descubrimiento clave fue enviado a las dos revistas científicas más importantes del mundo, Nature y Science… y rechazado. La revista Nature lo consideró “poco novedoso” y “sin interés para el público en general”, y Science lo rechazó por motivos similares – no era lo suficientemente innovador, y era demasiado especializado. El artículo fue finalmente aceptado por “Immunity” y se convirtió en la semilla, entre otras cosas, de la vacuna COVID de Moderna (que, contrariamente a algunas interesantes teorías, no está hecha con ADN del Anticristo, sino con mRNA modificado).

Karikó y Weissman finalmente recibieron el Premio Nobel en 2023, y se prevé que el mercado mundial de fármacos mRNA supere los 100 mil millones de dólares hacia 2030.

Este caso (¡y muchos más!) ponen de relieve una paradoja central en el progreso de la medicina y de la ciencia en general: las ideas transformadoras a menudo emergen desde el rechazo. La resistencia no solo es inevitable, sino que puede ser una señal de que un descubrimiento es fundamentalmente disruptivo.

Para los inversores, científicos y responsables políticos por igual, estas historias también ofrecen una lección menos divertida: el escepticismo es razonable, pero la estupidez y la parálisis intelectual no lo son. Y, sin embargo, siempre han estado ahí, acechando en las sombras, dominando las reuniones de juntas directivas y de subcomités institucionales. Y allí se quedarán para siempre, sobre todo si la gente buena no hace nada para detener a los idiotas egoístas y miopes.

Y, por desgracia, hay mucha gente así en los círculos del poder – sobre todo últimamente. ¿Te has fijado?

César J. Pollo - 2025 ©   


sábado, 16 de agosto de 2025

DEVASTACIÓN DE FAUNA POR INCENDIOS

 






Diferentes animales muertos en un incendio en la provincia de Zamora



Zorro huyendo de incendio en la provincia de Orense, foto: Brais Lorenzo




Los animales son seres sintientes, pero los humanos seguimos ignorando esta realidad. En emergencias, la ley obliga a tener y aplicar protocolos para los animales; sin embargo, no se cumple. Debemos exigir a quienes nos gobiernan que no dejen de lado a los animales, sean de la especie que sean. No podemos seguir mirando a otro lado frente a la falta de protocolos eficaces para los animales en situaciones de emergencia.

“La Ley 7/2023, en su artículo 21, es clara: ‘Los Planes de protección civil contendrán medidas de protección de los animales…’. Hoy, esos protocolos no existen. Esta omisión supone un incumplimiento legal, no solo un fallo ético. Es necesario y exigible el cumplimiento de la ley de manera urgente.

La falta de protocolos no solo cuesta la vida de animales, también de personas que los cuidan. Es hora de que entendamos esto. 

Es necesaria una cadena de mando única, técnicos de emergencias adscritos al 112, procedimientos de apertura segura de cercados y formación obligatoria para explotaciones, hípicas, protectoras, etc. Con estas medidas, muchos animales y personas estarán a salvo la próxima vez.

Muchos animales mueren pegados a la alambrada intentando huir del fuego. Un simple corte o apertura controlada les habría permitido escapar.



Es necesario aprobar un protocolo nacional y los distintos protocolos autonómicos de Protección Animal en Emergencias, integrados y coordinados entre 112, Bomberos, Agentes Medioambientales, Ayuntamientos, colegios profesionales y entidades de protección animal; mecanismos claros de apertura/evacuación de recintos (paddocks, naves y cercados) con cobertura legal para actuantes, priorizando salvamento seguro de animales y personas; retirada urgente de cadáveres y gestión responsable en incendios para proteger a la fauna carroñera y evitar riesgos sanitarios y ambientales; y la revisión de la normativa para sancionar la inacción ante animales en peligro y, en su caso, impulsar reformas que tipifiquen de forma expresa la omisión de auxilio a animales en contextos de emergencia.



César J. Pollo - 2025 ©  
(Otras fotos, sus autores)

¿POR QUÉ LA REGIÓN ENTRE ZAMORA, LEÓN Y ORENSE ARDE TANTO?


No, no es para construir aerogeneradores, tampoco por ninguna de las teorías conspiranoicas que estamos leyendo. La explicación es más compleja… y menos cómoda para quienes buscan respuestas simples.

Climáticamente, la zona encaja a la perfección con ecosistemas que, de forma natural, tienen alta frecuencia de incendios importantes:

 🌧 Estación lluviosa → mucha productividad y acumulación de biomasa

 ☀️Estación seca → vegetación seca, muy inflamable.


Los fuegos son un fenómeno común en climas mediterráneos lluviosos, climas tropicales estacionales y ciertos climas continentales, entre otros.

En ellos, el fuego es parte de la dinámica natural de los ecosistemas.

Además, la comarca tiene suelos ácidos y poco fértiles.

Esto favorece comunidades vegetales más flamables, debido a la composición de los tejidos de las plantas que crecen en estos ambientes.

La orografía también influye:

 ⛰ Relieve abrupto que dificulta el acceso de medios de extinción

 💨Vientos erráticos y fuertes que pueden cambiar bruscamente la dirección de las llamas

Pero el clima, la orografía y el suelo no lo explican todo.

En las últimas décadas, el paisaje ha cambiado mucho:

De mosaicos abiertos y pastoreados → a masas forestales cerradas.

Una de las causas de este cambio es el marcadísimo proceso de abandono rural, con pérdida de la ganadería extensiva y de otros usos humanos que mantenían un paisaje más abierto y menos combustible.

Por otro lado, la gestión del territorio ha estado muy influida por la visión (hoy en entredicho) que ensalzaba el “clímax forestal”, y que entendía como degradados los estados no arbolados. Se primó la forestación en continuo, sin ser consciente de sus riesgos.


Y todo esto ocurre en un contexto de cambio climático que alarga la temporada de riesgo y aumenta las temperaturas extremas.



En tertulias y redes proliferan todólogos y expertos que presentan su receta simplista para acabar con los incendios, desde las penas ejemplares a la manida “limpieza” de los montes, aderezado todo con la demagogia partidista de los de siempre.

Pero me temo que no hay tal varita mágica. Hay que aceptar que el fuego seguirá formando parte de la realidad, cada vez más con el cambio climático.

La prioridad: reducir su impacto y adaptarnos, más que buscar culpables fáciles.

La respuesta es compleja, y requiere visión a largo plazo:

 🌿Más gestión del paisaje

 🐐Más pastoreo adaptativo

 🚒Prevención activa en la interfaz urbano-forestal

 📋Educación para la convivencia con el fuego

… y mucho más.

El fuego es un fenómeno natural:

 😞Frecuentemente negativo y trágico para personas, bienes y modos de vida

 🌱Pero a menudo positivo para el rejuvenecimiento y la dinámica de los ecosistemas.

Entenderlo es clave para aprender a convivir con él.

Francisco M. Azcárate - 2025



Causas de los incendios forestales, se clasifican en cinco grandes grupos: 

· Rayo (4,24% va x territorios)

· Negligencias y accidentes (23,38%)

· Intencionadas (55,80%)

· Desconocidas (15,51%)

· Reproducciones incendios anteriores (1,07%)


Respecto a la superficie forestal total afectada según la causa:

Rayo: 21,30%

Negligencias y accidentes: 23,91%

Intencionadas: 49,84%

Causas desconocidas: 4,20%

Reproducciones de incendios anteriores: 0,75%



En este gráfico podéis ver la superficie quemada en hectáreas en España a lo largo del año, comparando la evolución de 2025 con la media histórica (2006-2024) y los valores mínimos y máximos del mismo periodo.

➡️Línea azul (media 2006-2024):

Representa el promedio de superficie quemada por semana en los últimos 18 años.

➡️Área gris (mínimo-máximo histórico 2006-2024):

Indica el rango de variación. Muestra hasta dónde han llegado los peores años frente a los más benignos.

➡️Línea roja (2025):

Muestra la superficie quemada este año.


¿Qué vemos aquí durante este agosto?

🔥Hasta finales de julio los valores se mantenían relativamente cerca de la media, aunque con pequeños repuntes.

🔥A partir de la primera semana de agosto se observa un salto abrupto, con un pico muy superior a cualquier registro de la serie histórica.

🔥El máximo supera las 90.000 hectáreas quemadas en una sola semana, un valor extraordinario y sin precedentes en estos datos.

🔥Aunque agosto suele ser crítico, hay un límite histórico que en 2025 ha sido ampliamente superado.

Gráfico: Copernicus

martes, 29 de julio de 2025

ANTIBIÓTICOS Y CONSERVACIÓN, UNA CRISIS SILENCIOSA

A principios del siglo XXI, nuestra comprensión sobre la degradación ambiental estaba condicionada, esencialmente, por la deforestación, el aumento del dióxido de carbono y los residuos plásticos, estas eran las principales cicatrices visibles y cuantificables de la modernidad y el progreso.

Pero dos nuevos estudios científicos revelan una crisis diferente y más silenciosa, una que se despliega no en el cielo ni en la copa de los árboles de las selvas tropicales, sino en el agua bajo nuestros puentes y en los ríos que antaño formaron las arterias de las civilizaciones.

La crisis no proviene de derrames de petróleo ni de tintes industriales, sino de algo mucho más íntimo: las pastillas y otros medicamentos que tragamos.

Uno de los estudios es el resultado del trabajo de tres investigadores de la Universidad McGill de Montreal. La investigación traza una realidad alarmante, más de 8.500 toneladas de antibióticos, todos consumidos por los seres humanos, se vierten en los ríos del mundo cada año. Incluso después de contabilizar el tratamiento y la descomposición de los residuos, más de 3.000 toneladas siguen llegando a los océanos o se hunden en las cuencas fluviales continentales. Esta cifra excluye las fuentes de origen veterinario e industrial, lo que significa que el total real es significativamente mucho mayor.


Estos antibióticos no desaparecen sin más. Persisten, transformando la vida microbiana de las aguas, promoviendo la resistencia y ejerciendo presión toxicológica sobre todos los organismos acuáticos. La cifra de 6 millones de kilómetros de ríos en todo el mundo que superan actualmente los umbrales de seguridad por sus altas concentraciones de antibióticos, es asombrosa y provoca a la vez sorpresa y temor.


Casi un tercio de los antibióticos consumidos terminan en los ríos


Además, el problema no se limita a las zonas industriales de centro Europa o América del Norte, como pudiéramos imaginar, no, el problema es global, con un riesgo especialmente grave en el Sudeste Asiático, el África subsahariana y amplias zonas de América del Sur.

Por tanto, las implicaciones son multidimensionales. La toxicidad ecológica es solo el comienzo de una serie de problemas. Quizás el más alarmante sea la perspectiva de la resistencia a los antimicrobianos (RAM), un término que debería resonar en nuestros oídos con la misma alarma que la "crisis climática", si las tendencias actuales continúan, las infecciones bacterianas resistentes podrían convertirse en la principal causa de muerte a nivel mundial para 2050.

Pero esta historia no se limita únicamente a las estadísticas de mortalidad en un próximo futuro. También trata sobre cómo la alteración de la química del agua transforma el comportamiento y la biología de los seres vivos.

Aquí es donde el segundo estudio ofrece un complemento extraordinario. Un equipo de investigadores de todo el mundo, se propuso analizar los efectos de los residuos farmacéuticos psicoactivos en la migración fluvial-marítima del salmón del Atlántico en el río Dal, en Suecia. 

Su método fue muy riguroso, implantaron durante la fase migratoria inicial de los salmones jóvenes, dosis bajas de clobazam, una benzodiazepina comúnmente recetada para los trastornos de ansiedad. Luego siguieron su migración a través de presas y embalses hasta el mar Báltico.

Los resultados son fascinantes e inquietantes a la vez. Los peces expuestos al clobazam atravesaron las presas hidroeléctricas con mayor rapidez y tuvieron mayor probabilidad de completar su migración. En términos ecológicos, el fármaco los hizo más audaces, más rápidos y, posiblemente, a corto plazo, más exitosos. En términos humanos, podríamos decir que los peces estaban "menos ansiosos".

Pero esta no es una simple historia de bienestar producido por la mejora farmacológica. El clobazam también alteró el comportamiento de los bancos de peces, las formaciones grupales compactas que brindan seguridad frente a los depredadores. Ante una amenaza, los salmones expuestos a este fármaco se mostraron menos cohesionados, más erráticos y vulnerables. En un laboratorio, este hecho es una curiosidad conductual. En la naturaleza, puede ser la diferencia entre la vida o la muerte.


Estos resultados plantean preguntas inquietantes. Desconocemos qué sucede en el comportamiento de los salmones que llegan al mar con clobazam, ni cómo su neuroquímica alterada puede afectar a su navegación, reproducción o supervivencia. Tampoco sabemos qué efectos produce la exposición prolongada a antidepresivos, opioides o residuos de antibióticos en la base de la cadena alimentaria, en organismos como las algas, el plancton y las bacterias. 

Lo que sí sabemos es que estas sustancias químicas están presentes a nivel global, son persistentes y, a menudo, están diseñadas para actuar en concentraciones mínimas sobre las vías neurobiológicas.

Existe una triste ironía en todo esto. Los productos farmacéuticos se encuentran entre los productos más regulados por diferentes instituciones de la sociedad humana. Se prueban, se ensayan, se examinan y se controlan estrictamente y durante años antes de entrar en nuestros cuerpos. Sin embargo, una vez que salen sin metabolizar, vertidos en las alcantarillas o en los lixiviados de los vertederos, se vuelven prácticamente invisibles y sin supervisión. Pasan silenciosamente al medio ambiente, donde comienzan a modelar un mundo a su imagen, a su nueva imagen, un mundo nuevo.

Las cifras y las consecuencias son alarmantes. Más de 750 millones de personas viven actualmente a menos de 10 kilómetros de ríos donde las concentraciones de antibióticos superan los umbrales de seguridad. Muchas de ellas se encuentran en regiones donde las infraestructuras de tratamiento de aguas son deficientes o inexistentes.

Esto no es solo un problema ecológico, sino también de justicia ambiental. La prescripción excesiva de antibióticos en los países más ricos, el creciente consumo de antibióticos en el sur global y la falta de inversión en plantas de tratamiento de aguas residuales convergen para crear un círculo vicioso de contaminación a nivel planetario.

¿Qué significa vivir en un mundo donde los ríos contienen ahora rastros de todas nuestras enfermedades: antibióticos, antidepresivos, antipsicóticos, ansiolíticos? En las sociedades antiguas, los ríos eran sagrados. Eran la morada de los dioses, las fuentes de la fertilidad, los depósitos de la memoria y la sabiduría. Hoy, son algo completamente distinto, archivos de la patología humana, espejos de nuestra química interna.

Y, sin embargo, estas revelaciones exigen algo más que asombro o desesperación. Exigen un replanteamiento de la infraestructuras, de las políticas y la moral. Existen soluciones tecnológicas. Los tratamientos avanzados de aguas residuales pueden eliminar la mayoría de los productos farmacéuticos. Una mejor regulación puede controlar su uso excesivo. Pero todo esto requerirá inversión, voluntad política y, sobre todo, un cambio en nuestra forma de pensar sobre los límites entre nosotros y el medio ambiente que nos rodea. La separación entre ambos es ilusoria.


Lo que desechamos no desaparece. Regresa, alterado, más potente y, a menudo, con consecuencias desconocidas


La degradación ambiental y la historia de la humanidad son inseparables. Pero estos nuevos estudios lo que hacen es confirmar esta tesis pero a un detalle molecular. Los límites entre nuestros cuerpos y la biosfera son más porosos de lo que imaginábamos. Nuestros sistemas médicos, nuestros hábitos de consumo y nuestra fe ciega en la química moderna ya no son asuntos privados, son universales, se extienden a los ríos, a los cerebros de los peces, a otros seres vivos y a los genomas microbianos.

Nos guste o no, estamos escribiendo un nuevo capítulo en la historia del planeta, uno en el que las aguas que una vez sustentaron la vida, la civilización y la cultura, ahora arrastran los residuos de su dañina degradación.

Los resultados de estos estudios no deben ser una llamada desesperada y sin solución. Son una llamada a reflexionar sobre las consecuencias sociales y ecológicas de nuestros comportamientos, de nuestra forma de interaccionar con la naturaleza. Ver con claridad es el primer paso para actuar con sabiduría. Los ríos y los mares hablan. La pregunta es si estamos dispuestos a escucharlos.


Más información:

Antibiotics in the global river system arising from human consumption


Pharmaceutical pollution influences river-to-sea migration in Atlantic salmon (Salmo salar)


César J. Pollo - 2025 © 

viernes, 25 de julio de 2025

CANÍCULA

Una palabra que siempre me ha gustado.

Canícula:

Del lat. canicŭla.

f. Período del año en que es más fuerte el calor. Suele computarse del 23 de julio al 2 de septiembre.

Sinónimos: verano, estío.

Antónimos: invierno.

f. Astron. Tiempo en que Sirio, la estrella más brillante de la constelación del Can Mayor "canícula", aparece junto con el Sol y que antiguamente coincidía con la época más calurosa del año en el hemisferio norte.

Por tanto, la expresión canícula derivada de canes (perros) y su alusión al fenómeno de calor abrasivo, tiene un fundamento astronómico.

f. C. Rica, Guat. y Nic. Período de sequía en la temporada lluviosa.

Sinónimos o afines de «canícula»: verano, estío.

Antónimos u opuestos de «canícula»: invierno.

La canícula comienza unas semanas después del solsticio de verano del hemisferio norte (que tiene lugar en torno al 21 de junio y que es la época en la que el sol del mediodía está a la máxima altura posible sobre el horizonte).

Los días más calurosos del hemisferio norte tienen lugar más de un mes después del 21 de junio y se les denomina caniculares.

Hace 5.300 años, el fenómeno de la canícula abrasadora aparecía hacia el 21 de junio (en el solsticio de verano boreal), en coincidencia con el evento estelar de la reaparición matutina, el orto helíaco de la estrella Sirio, La Abrasadora, de la constelación del Can Mayor (orto del astro que se produce casi una hora antes que la salida del sol). Sin embargo, actualmente, debido a la precesión del eje terrestre, Sirio reaparece en el cielo matutino a principios de septiembre, a la vez que el tiempo de más calor comienza antes: el solsticio de verano.

Mediante una sencilla regla de tres, si se sabe que hace miles de años el orto de la Canícula ocurría el 21 de junio y en la actualidad tal hecho astronómico sucede el 5 de septiembre, hay un desfase de 75 días. 

Conocido el período de la precesión de 25.770 años (las constelaciones se van corriendo con los años, y volverán a coincidir transcurridos 25.770 años, es decir tendrán un desfase de 365 días), para el desfase de 75 días, la cantidad de milenios pasados, en números redondos, es de 5.300 años (25.770 × 75 / 365 = 5.295).

Por lo cual, hace 5.300 años, al fenómeno de la canícula se le habría denominado así porque sólo entonces era cierto que la canícula, el tiempo de más calor era coincidente con el orto helíaco de la constelación Canícula (Can mayor), al que debe su nombre, y también con el orto de la estrella Sirio, La Abrasadora.

En plena canícula, nos preguntamos ¿Cuál es la razón por la que hace más calor por la tarde y no al mediodía cuando el sol se encuentra en pleno cénit?




Y la respuesta está en los balances de energía radiativa (que no radiactiva) o de radiación, la diferencia entre la radiación solar entrante y la radiación terrestre saliente.

El máximo de temperatura se alcanza justo cuando el suelo deja de ganar energía.

Por esta razón, también, las mínimas se alcanzan al amanecer cuando el suelo empieza a ganar energía y no a medianoche.

En las zonas de clima continental este efecto es menos acusado, y las temperaturas máximas suceden antes. De esta manera los océanos funcionan como amortiguadores de la temperatura global del planeta, y evitan cambios bruscos de temperatura entre una estación del año y la siguiente. Esto es posible gracias a que el calor específico del agua es muy grande. El calor específico de una sustancia indica cuánta energía calorífica se requiere por unidad de masa para que esa sustancia eleve su temperatura 1 kelvin (1 °C).




César J. Pollo - 2025 ©

viernes, 18 de julio de 2025

LAS MONEDAS DEL REINO DE LEÓN: HISTORIA, EMISIÓN Y SIMBOLISMO

La historia de la moneda en el Reino de León y particularmente la de su capital es una ventana privilegiada al poder, la ideología, la economía y el arte de uno de los reinos más influyentes de la Hispania medieval. A lo largo de los siglos XI al XIV, León no solo fue un centro emisor de numerario, sino un espacio simbólico de identidad política e imperial. La moneda, más allá de su función económica, fue instrumento de legitimación, propaganda, expresión cultural y disputa de soberanía.

Voy a abordar brevemente algunos aspectos de las emisiones monetarias leonesas, incluyendo aspectos históricos, simbólicos, técnicos, cronológicos y espaciales, desde los primeros experimentos en la época de Alfonso VI (1065-1072) hasta la consolidación bajo Alfonso VII (1126-1157), pasando por las complejas relaciones entre el poder regio y las instituciones eclesiásticas emisoras. También el simbolismo del león como icono, la evolución técnica de la acuñación, la organización de los monederos, la ubicación urbana de las cecas y la representación de las leyendas monetales.


El contexto del poder monetario en León

El “Ius Monetae”: titularidad y concesiones

El derecho a emitir moneda en la Edad Media, denominado ius monetae, fue un atributo esencial de la soberanía. En León, como en otras monarquías europeas, este derecho fue considerado privativo del rey, aunque en momentos específicos se concedieron facultades a iglesias o monasterios. Alfonso VI, por ejemplo, otorgó a Santiago de Compostela el privilegio de acuñar moneda, renovado por sus sucesores, aunque siempre con carácter condicionado y no perpetuo.

A lo largo de los siglos XII y XIII, aunque persistieron concesiones a entidades eclesiásticas (como el monasterio de Sahagún o el obispo de Palencia), se impuso progresivamente la centralización regia, culminando en 1202 con la venta general de la moneda por Alfonso IX. Desde entonces, la moneda fue un monopolio real efectivo.


Primeras emisiones del Reino de León (ss. XI-XII)

Alfonso VI y la moneda cristiana medieval

La conquista de Toledo en 1085 por Alfonso VI supuso el acceso a una infraestructura monetaria heredada de la taifa y del antiguo sistema visigótico. Desde ese momento, el rey leonés impulsa la primera moneda hispanocristiana medieval, acuñada en Toledo, León y Santiago.

Estas primeras emisiones incluyen símbolos cristianos como la cruz latina, alfa y omega, junto a leyendas como ANFVS REX y TOLETVA, reafirmando la nueva autoridad y la continuidad con la tradición visigoda. Aunque no figura el título de imperator en las monedas, el monarca sí lo usó profusamente en su actividad diplomática como “Imperator Totius Hispaniae”.


Dirham acuñado en Toledo, tras la conquista de Alfonso VI de León y Castilla.

Anverso: En árabe: No Dios / sino Dios, / sólo Él; en la orla: En el nombre de Dios, el Clemente, fue acuñado este dirham en la ciudad de Toledo.

Reverso [en árabe]: Fue acuñado este / dirham en la ciudad / de Toledo; en la orla: En el mes de Safar, año nueve y setenta y cuatrocientos.

Datación: 5/1086-6/1086 (Mes Safar de 479 H.)


Urraca I, la primera “Imperatrix”

Urraca I, hija de Alfonso VI, fue la primera mujer en Europa Occidental que reinó con poder pleno. Su figura, cargada de controversia y autoridad, aparece por primera vez en monedas con efigie real femenina. Emitió monedas con su retrato frontal coronado y leyendas como VRACA IMPATRIX o V. IMP-ERATRIX, así como referencias a LEO CIVITAS, en clara vinculación con la ciudad de León como capital y símbolo.



Dinero de vellón, emitido por Doña Urraca, reina de León y de Castilla.

Anverso: +VRACA RE, entre gráfilas de puntos. Busto de frente con diadema.

Reverso: +TOLETVO, entre gráfilas de puntos. Cruz patada equilateral.

Huellas de la cruz patada del tipo del reverso en el anverso.

Datación: 1109-1112


Alfonso VII (1126-1157), el esplendor imperial en la moneda

Coronado emperador en León en 1135, Alfonso VII trasladó de forma sistemática el título imperial a la moneda. Fue el primer monarca en incorporar el símbolo del león rampante como representación del Reino y de la ciudad. Las monedas incluyen leyendas como LEONIS CIVITAS, IMPERATOR, y representaciones gráficas del león como icono. 

Hasta ese momento, el signo utilizado por los monarcas era la cruz. Al final de su reinado también aparecerá en documentos regios, y su uso se generalizará bajo Fernando II (1157-1188) y Alfonso IX (1188-1230). La primera referencia escrita del león como símbolo del rey se encuentra en la Chronica Adefonsi imperatoris, al describir los ejércitos que participan en la toma de Almería

Su numismática tuvo una función propagandística clara, reforzar la unidad imperial sobre los demás reinos cristianos y musulmanes peninsulares, y vincular la ciudad de León a su persona.

Dinero de vellón (plata y cobre), emitido por Fernando VII de León y Castilla.

Anverso: León rampante a derecha.

Reverso: IMPERATO. Cruz equilateral.

Datación: 1126-1157


El león como símbolo, origen, evolución e identidad

Aunque el nombre de León proviene del latín Legio, por la Legio VII Gemina, creada por el emperador Galba en Clunia (Burgos) cuando fue proclamado emperador por sus tropas en contra de Nerón en el año 68. Esta legión, nacida como Legio VII Galbiana, le sirvió para completar los efectivos de la Legio VI Victrix y obtener así un ejército que le permitiera convertirse en emperador.

La ciudad de León creció alrededor del lugar donde estaba asentada la Legión VI Victrix hasta 69, sustituida por la Legión VII Gémina en 74 procedente de Pannonia, siendo el nombre de León una evolución del término Legio, que acabó dando lugar en romance a León.

Desde la Edad Media se reinterpreta como leo (león), favoreciendo una asociación visual y política. El león aparece desde entonces en monedas, sellos, miniaturas y escultura como símbolo de la realeza, la ciudad y el imperium.

El león era un emblema parlante, pues hacía referencia al nombre del reino.

La figura de ese primer león no se ajustaba a las posteriores normas heráldicas y varió en cuanto a su forma y postura;​ casi todos los leones que aparecen en monedas, signos rodados y sellos de los reyes son pasantes, unas veces orientados hacia la derecha y otras hacia la izquierda, acompañada de la leyenda con el nombre de la ciudad.

Frente a esto hay dos excepciones, las figuras de los escudos de Fernando II y Alfonso IX en la catedral de Santiago de Compostela, que se representan como leones rampantes, en vertical, a lo largo del soporte.

El león sería el símbolo más antiguo de Europa Occidental, siendo anterior, por ejemplo, a los tres leones ingleses (1189-1199, con Ricardo Corazón de León, aunque su hermano ya utilizó dos leones en un sello en 1177) y a las flores de lis francesas (1180-1223, durante el reinado de Felipe Augusto).

La elección del león como emblema remite a su papel en la iconografía bíblica (la Biblia dice que Cristo es "el león de Judá") y grecorromana como figura de fuerza, justicia, vigilancia y majestad.


Las Casas de Moneda en el Reino de León

Antes de 1263, los talleres de moneda eran itinerantes o temporales, vinculados a concesiones concretas. La ciudad de León contó con casa de moneda desde al menos 1087 hasta 1391. Otras ciudades leonesas con actividad monetaria fueron Santiago, Sahagún, Zamora, Lugo, Salamanca, Astorga, Oviedo y Ciudad Rodrigo.

En León, se ha documentado toponimia como Calle de la Moneda, y según la urbanística medieval, la ceca solía ubicarse en calles estrechas, próximas al centro urbano, a fuentes de agua y al poder eclesiástico o político.

En el siglo XII, el geógrafo y viajero árabe Edrisi escribió lo siguiente sobre León: "Allí se practica un comercio muy provechoso. Sus habitantes son ahorradores y prudentes". Tenemos también noticia de León a través de diversos códices, entre ellos el Codex Calixtinus, manuscrito que, entre otras cosas, contiene información sobre la ruta que los peregrinos seguían hacia Santiago de Compostela. Con el tiempo, la ciudad conoció el desarrollo de nuevos barrios, en ocasiones extramuros de una ciudad que ya se quedaba pequeña, y casi siempre a la vera del camino de los peregrinos, que accedían a la ciudad por la llamada Puerta Moneda.


Técnicas de acuñación y organización productiva

Preparación técnica

La acuñación incluía la preparación de cuños, la fundición de cospeles y el uso de martillos y yunques. El proceso era controlado por oficiales regios o monederos especializados, que respondían ante la Corona. La ciudad de León fue también sede de tratados técnicos de ensayo monetario en 1393, lo que muestra un alto grado de desarrollo.

El rol de los monederos

Los monederos eran artesanos privilegiados, con estatus jurídico especial otorgado por el Rey. León y otras ciudades contaban con gremios o corporaciones de monederos, encargados de la producción, ensayo, marca y autenticación de la moneda, así como de la responsabilidad de controlar la regularidad de las emisiones monetarias, en cuanto a forma, peso y aleación.


Sistemas monetarios, trimetalismo y bimetalismo

En los siglos XII y XIII, coexistían monedas de oro, los maravedís o morabetinos (de origen almorávide, utilizado por los reinos hispánicos durante la Edad Media en transacciones de relevancia), de plata y de vellón (aleación de un metal noble, generalmente plata, más raramente oro, con otro metal no precioso generalmente cobre o zinc). Los maravedís estaban emparentados directamente con el dinar de oro de Al-Ándalus, derivando su nombre del término por el que se conocía en Europa al grupo bereber de los Almorávides (en árabe: al-Murābiṭūn).

El sistema trimetálico provocaba problemas de equivalencias, falsificaciones y devaluaciones. El oro fue importante en León por el comercio atlántico y por las parias de taifas (impuesto que pagaban los reyes de taifas a los reyes cristianos, principalmente al Reino de León, para que no les atacaran y para ser protegidos de enfrentamientos entre las propias taifas o de los ataques de otros reinos cristianos), mientras que la plata dominaba en las emisiones cotidianas.

El pago de las parias efectuado por los musulmanes peninsulares al reino de León favorece la presencia de gran cantidad de oro en esta ciudad desde mediados del siglo XII.​ Será entonces cuando el sueldo leonés, hasta entonces, junto a la libra, moneda principal de cuenta, adopte un valor más secundario incluso como divisor del morabetino que va desplazando a la libra en su papel principal. El morabetino viene a valer del orden de 8 sueldos en enero de 1205​ pagándose, a su vez, 16 dineros por sueldo en enero de 1214.

Con el tiempo se desarrolló una política de estabilización monetaria con ordenanzas concretas y marcas de taller, impulsando una cierta uniformidad en la moneda leonesa y castellana.


Representación de las leyendas monetales

Las monedas leonesas emplearon leyendas en latín, que incluían nombres de monarcas, títulos (REX, IMPERATOR), topónimos (LEO, TOLETVN, SANTIAGO), y fórmulas cristianas (DEI GRATIA). Estas leyendas eran parte de la comunicación simbólica del poder y su estudio epigráfico revela variantes gráficas significativas.

La cruz patada, un león o el busto esquematizado del rey o la reina con el cabello suelto y una diadema, junto a leyendas como ANFVS. REX, VRACA RE, LEONIS, DEI GRATIA REX alrededor de la moneda en el anverso; mientras que aparece la cruz patada, el crismón, estrellas y roeles y leyendas como TOLETVN, IMPERATOR, INNE PATRIS T FLI T SPS SCI, en el reverso. Incluso monedas con leyendas en latín y en árabe en la misma pieza.


Maravedí en oro, emitido por Alfonso IX de León y Castilla.

Anverso: Busto coronado del rey. ALFONSVS:DEI:GRATIA:REX.

Reverso: León rampante a la derecha. INNE PATRIS T FLI T SPS SCI.

Datación: 1190-1200


Maravedís en oro, dirhams, doblas, meajas, óbolos y dineros de vellón.

Las leyendas fueron herramientas de propaganda y de diferenciación regional, incorporando símbolos visuales que eran fácilmente identificables por los usuarios analfabetos, que era la mayoría de la población.


Transiciones y Reformas (ss. XIII-XIV)

Con posterioridad Alfonso IX (1188-1230) centralizó el poder de emisión de moneda y a partir de Alfonso X (1252-1284) se unifican los tipos monetarios en todo el reino, con una política centralizada que elimina la dispersión de cecas. A pesar de ello, la ciudad de León conserva su importancia hasta el siglo XIV. Alfonso XI y Pedro I introducen reformas monetarias en las que se consolidan los dineros de vellón y se reducen las emisiones locales.

Durante las guerras civiles y las luchas internas, algunos aspirantes al trono, como Sancho IV (1284-1295), llegan a emitir monedas propias en León, lo que muestra la importancia política de controlar la ceca leonesa para asentar sus aspiraciones al trono.


Como conclusión se puede decir que la moneda en el Reino de León y su capital fue mucho más que un medio de cambio, fue un símbolo imperial, un instrumento de propaganda, una herramienta jurídica y una manifestación del poder real. Desde las primeras emisiones cristianas de Alfonso VI hasta las reformas centralizadoras de Alfonso X, la ceca de León reflejó la evolución de este Estado medieval hispano y su peculiar identidad.

El uso del león como icono, la presencia de leyendas con títulos imperiales, la ubicación urbana de las casas de moneda y las innovaciones técnicas y jurídicas evidencian un sistema numismático sofisticado y profundamente imbricado en la historia política de la Península Ibérica.



Para profundizar un poco más:

AA.VV. Reino de León. 910-1230. Hombres, Mujeres, Poderes e Ideas. Ed. Edilesa.

García García, F. (2009). León, Base de datos digital de iconografía medieval. Universidad Complutense de Madrid. En línea: 

https://www.ucm.es/bdiconografiamedieval/el-leon

Hernández-Canut, L. (2003). La divisa del Emperador, Crónica Numismática, 154, pp. 38-42.

Mínguez Martínez, Julio (2011). «Moneda medieval en el Reino de León. Análisis de términos monetarios en la documentación del archivo de la catedral de León (711 - 1252)». Ab Initio: Revista digital para estudiantes de Historia 2 (Extra 1): 11-67. ISSN 2172-671X.

Mozo Monroy, M. (2017). Enciclopedia de la moneda medieval románica en los reinos de León y Castilla. Siglos VIII-XIV. Vol I.

Roma Valdés, A. (2010). Emisiones monetarias leonesas y castellanas de la Edad Media organización, economía, tipos y fuentes. A. Roma. ISBN 978-84-614-1268-6. OCLC 733586201

Roma Valdés, A. (2019). Las monedas leonesas y castellanas del siglo XII. (Colaboradores; Castro Alfonso, E., Rueda Rodríguez-Vila, P. y Sánchez Rincón, R.)

Serrano, A. (2023). León: ciudad y símbolo en la moneda. We are numismatics.



César J. Pollo - 2025 ©

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