miércoles, 19 de febrero de 2025

¿TERCERA GUERRA DEL CONGO?


Mientras nos tienen entretenidos con Israel y Palestina o con Ucrania, en África un nuevo conflicto de dimensiones todavía desconocidas se está empezando a fraguar.

La situación en el este de la República Democrática del Congo (RDC) ha escalado dramáticamente en las últimas semanas debido a la ofensiva del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), respaldado por Ruanda. Este grupo ha logrado avances significativos, capturando ciudades clave como Goma y Bukavu, lo que ha generado una crisis humanitaria de gran magnitud, con más de 350.000 personas desplazadas que carecen de refugio adecuado debido a la destrucción de campamentos y a la inseguridad en la región.
El M23, compuesto principalmente por tutsis congoleños respaldados por Ruanda, aunque este país niega su apoyo al grupo múltiples informes de la ONU y otras organizaciones internacionales indican lo contrario, señalando que Ruanda proporciona apoyo militar y logístico al M23. El presidente ruandés, Paul Kagame, justifica estas acciones alegando la necesidad de proteger a su país de las amenazas de grupos insurgentes hutus que operan desde territorio congoleño.
No olvidemos que el "agresor" Ruanda es 90 veces más pequeña que el "agredido" la RD Congo, con 1/6 de la población, lo que todo parece indicar que otros actores y otros intereses se ocultan tras esta invasión. Empresas de Estados Unidos y el Reino Unido tienen relaciones muy estrechas con Ruanda, principalmente involucradas en la explotación de minerales (cobalto, coltán cobre y oro). Mientras que China es el mayor socio comercial de la RDC y Rusia probablemente aproveche la crisis para expandir su influencia en África Central y contrarrestar a las potencias occidentales.




La región oriental de la RDC es rica en recursos minerales, especialmente coltán, oro y estaño. El control de estas áreas permite a los grupos armados, incluido el M23, financiar sus operaciones mediante la explotación y el comercio ilegal de estos recursos. Se estima que, entre abril y diciembre de 2024, el M23 generó ingresos de aproximadamente 800 millones de dólares a través de la exportación ilegal de coltán y otros minerales, principalmente a través de Ruanda.
Además de Ruanda, informes de la ONU han señalado que Uganda ha brindado apoyo militar al M23, aunque las autoridades ugandesas lo niegan. Este respaldo externo tiene como objetivo asegurar intereses económicos y estratégicos en la región, así como contrarrestar la influencia de otros actores locales y regionales.
Los rebeldes ya han tomado Bukavu, en Kivu del Sur y avanzan tanto hacia el norte (Lubero) como hacia el sur (Uvira), camino de las minas de cobre de la antigua y muy rica Katanga (tradicionalmente rebelde con el poder central), para posteriormente marchar hacia Kisangani en el centro del país, esto los obligará a extender sus líneas de abastecimiento y apoyarse en fuerza locales.
Burundi ha decidido retirar sus tropas de la zona, pero fuerzas ugandesas han entrado en la RDC por Ituri, para proteger su área de influencia en Kivu del Norte, o para unirse a los rebeldes, quien sabe. El desmoronamiento de las fuerzas de la RDC es total, no siendo capaces de contener a los rebeldes del M23.
De momento, al menos 773 personas han muerto y 2.880 han resultado heridas durante una semana de intensos combates entre las fuerzas congoleñas y los rebeldes del M23, además, se ha informado de la muerte de por lo menos 20 soldados de las fuerzas de paz de la ONU durante estos enfrentamientos.
Mientras tanto, la población civil en el este de la RDC continúa sufriendo las consecuencias de un conflicto que combina disputas étnicas, intereses económicos y dinámicas geopolíticas complejas, pero como no hay palestinos de por medio ni países europeos afectados directamente, una más que posible Tercera Guerra del Congo y sus consecuencias pasa inadvertida para la opinión mundial.

César J. Pollo 2025 ©

domingo, 19 de enero de 2025

NOVUS ORDO SECLORUM

Los versos de la Égloga lV de Ovidio, contiene un pasaje (líneas 5–7) que dice: 

Ultima Cumaei venit iam carminis aetas; 

magnus ab integro saeclorum nascitur ordo. 

iam redit et Virgo, redeunt Saturnia regna, 

iam nova progenies caelo demittitur alto. 

estas palabras del poeta lírico latino, que vivió el comienzo de nuestra era y que los cristianos medievales interpretaron como una profecía de la llegada de Cristo, se han lexicalizado con el latinismo Novus Ordo Saeculorum o Seclorum, que traducido significa algo así como “el nuevo orden de las eras”, “el nuevo orden mundial”, es decir, que comienza un mundo distinto. 

Esta frase aparece en el reverso del Gran Sello de los Estados Unidos, diseñado en 1782 y también está impreso en el reverso del billete de un dólar estadounidense desde 1935. Fue el mensaje escogido por los padres fundadores de los Estados Unidos como divisa de la nueva nación que estaban creando, junto a otras frases y símbolos realmente curiosos, pero eso es otro tema. 

Pues bien, los miembros de la nueva administración americana, la próxima administración Trump 2.0, de forma consciente (eso creo, pero no estoy seguro, al menos no todos), pretenden eso, crear un nuevo orden mundial.


El viejo orden geopolítico y económico surgido tras la II Guerra Mundial, con el fin del patrón oro (1971), la caída del muro de Berlín (1989) con la posterior desintegración del bloque soviético y el poder hegemónico que los Estados Unidos han ejercido desde entonces, está dando a su fin. 

Con esto no quiero decir que sea mejor ni peor que él anterior, ni que vayan a tener éxito en su consecución (no soy adivino), pero su apuesta para los próximos dos años va a ser esa, crear un nuevo orden global, que nos afectará a todos. Los primeros movimientos geopolíticos para lograr ese objetivo se están dando incluso antes de que lleguen al poder.

Hasta ahora el poder fáctico lo han ejercido, principalmente, el mundo financiero y los medios de comunicación convencionales, pero a partir de ahora el nuevo poder en la sombra lo van a ejercer las grandes empresas tecnológicas y las redes sociales, lo que es lo mismo. 

Desde este punto de vista, el perdedor de las elecciones, el partido demócrata, es el conservador, el que pretendía mantener el viejo estatus mundial, el orden antiguo, mientras que el vencedor, el partido republicano, es el progresista (palabra bastante maltratada últimamente) el que busca un nuevo orden, un cambio histórico de efecto mundial con nuevas reglas y con la intención de perdurar en el tiempo.

El sistema antiguo se puede describir como “doy al pueblo pan y circo, lo entretengo, lo mantengo adormilado y luego decido yo”, con el nuevo sistema, en cambio, sería algo así como “tengo una mejor vía de comunicación con el pueblo (tal vez para adormilarlo, también) y lo llevo a pensar en lo que más me/le importa”. 

Es decir, interesa más el pan que el circo y el instrumento para hacer llegar este mensaje han sido las redes sociales, con las que el candidato ganador ha llegado más lejos que con el control de los medios clásicos. 

El “opio del pueblo” con el que Marx se refería a la religión, una forma más antigua todavía de transmitir los mensajes al pueblo, fue sustituida a partir del siglo XIX por los medios de comunicación tradicionales, incluso en los países en los que su doctrina no triunfó. 

Ahora eso ha cambiado, esos medios se quedan atrás sustituidos por los nuevos, de momento en Estados Unidos, pero con el tiempo se propagará por todo occidente y a gran velocidad. No quiero decir que en todos los países va a ganar la misma ideología, sino quien se valga de los mismos poderes fácticos actuales. 

No es un cambio de gobierno entre un partido de la antigua izquierda por otro de la antigua derecha, que no son capaces de darse cuenta de que las reglas del juego están cambiando. Esto es otra cosa, un nuevo paradigma, que intentará socavar lo que ellos consideran el pensamiento único de lo políticamente correcto, los nuevos inquilinos de la Casa Blanca pretenden ponerse al frente e intentar un cambio de época a gran escala. 

Trump lo ha expresado recientemente “no quiero volver al pasado”, pero como empresario y hábil negociador pactará con sus enemigos geopolíticos y económicos, principalmente China (ya ha invitado al líder chino a su toma de posesión, la primera vez que eso ocurre), reconocerá que Estados Unidos no va a seguir siendo el árbitro global y que, si me dejáis mandar en mi parte del mundo, yo os dejare hacer lo que queráis (sin pasarse, claro) en vuestra área de influencia. 

Para empezar a ver las nuevas decisiones de gobierno habrá que esperar a que se haga efectiva la transición de poder y que hasta entonces no le ocurra nada al candidato electo. A partir de ese momento empezaran las negociaciones para el reparto de áreas de poder, de los mares (el mercado amigo, es el mercado) y de la nueva frontera espacial. 

Si hay acuerdo entre las potencias, el cambio estará casi garantizado, si no lo hay, nos esperan turbulencias, desorden, enfrentamientos, guerras,... 

Todo esto no ocurrirá sin oposición, claro, hay mucho en juego, el mundo financiero va a intentar no dejar de ser un poder fáctico, probablemente pasándose al enemigo, ya se sabe, si no puedes con tu enemigo únete a él, tecnologizándose y socializándose aún más para, utilizando sus amplias redes de distribución, aumentar su capacidad de manipular las preferencias de la gente.  

Para disminuir su poder, probablemente, los políticos fomentarán una crisis financiera que los debilite, cosa que no es difícil gracias a la desorbitada situación de deuda global existente, a la inflación esperada, a la pérdida de fuerza del dólar a nivel global y al mayor empuje de las criptomonedas. Los ciclos económicos, al igual que la historia, no se repiten con exactitud, pero a veces riman (la frase no es mía). 

También puede ocurrir que sean absorbidas por una gran compañía tecnológica. 

Los medios de comunicación convencionales mantendrán todavía algo de poder, pero su influencia en las tendencias de las masas, ahora mismo, ya es muy inferior a la de las redes sociales e irán perdiendo el poco influjo y prestigio que les resta. No hay más que ver el pésimo nivel de confianza y prestigio que tienen en España. 

Europa perderá el poco poder de influencia que le resta y no lo pasará bien, convirtiéndose en poco más que un museo o parque temático de historia, arte y naturaleza (la que sobreviva); como a la gente le gusta divertirse y disfrutar, España se convertirá en algo así como el bar del museo, lo cual será bueno para la economía primaria y de escaso valor añadido que nos caracteriza, y para la tranquilidad, a nadie le gustan los líos cuando está de vacaciones. 

Como las energías renovables están avanzando más despacio de lo que los burócratas de la UE habían regulado y pronosticado, la energía fósil seguirá entre nosotros, pero acabará desapareciendo, no queda otra. Las poderosas empresas relacionadas con las energías fósiles serán importantes aliados de ese nuevo orden mundial, pero poco a poco, cuando les interese y lo tengan todo bien atado, irán transitando hacia el nuevo modelo energético. 

Aquellas otras empresas más vinculadas a las energías renovables, con menos fuerza de presión que las de energías fósiles (aunque algunas son las mismas), seguirán creciendo, aunque más lentamente. En esta misma línea, las empresas automovilísticas que habían apostado todo por el coche eléctrico, haciéndose eco de las políticas más verdes de los grises políticos europeos, tendrán que meter la marcha atrás para evitar cerrar o tener que despedir a un amplio número de empleados, principalmente en Europa, como ya está ocurriendo en Alemania.

China acecha y los grises burócratas lo intentaran resolver con más aranceles, con su habitual frenesí regulador y maraña normativa, esclerotizando aún más la maltrecha economía europea ¡Que se lo digan a Francia y Alemania!, las dos grandes ex-potencias envueltas en un caos y decadente desastre económico y político del que no saben cómo salir, después de años de erráticas y bien intencionadas políticas. 

Las criptomonedas y la tecnología blockchain recibirán el apoyo de las instituciones, previa una exagerada regulación que permita controlar lo máximo posible los intercambios y los gustos de los ciudadanos. 

Pero la fuerza más contraria a este cambio será la inercia, los contratos firmados, la rutina, los miles de instituciones de todo tipo, los tratados, la apatía, las costumbres, muchas personas y organismos que no querrán perder sus privilegios actuales, su posición, una elite económica, financiera, empresarial, política, sindical, cultural, mediática, que viven muy bien por encima de sus capacidades, en muchos casos, y que no se marcharán sin pelear. 

También existe otra posibilidad, que el diseño de ese nuevo orden mundial no sea el adecuado, ¿qué es adecuado? ¿adecuado para quien o quienes?, si una mayoría de organismos, personas, instituciones, centros de poder, grupos de presión, oligopolios,..., considera que el diseño no les gusta, que va contra sus intereses, la indolencia, la apatía, la inercia se utilizarán para evitar su implantación. 

Se convertirá en una revolución mundial fracasada, una glasnot y perestroika juntas, un intento de ejercer presión sobre los sectores más “conservadores” para transformar la sociedad y el orden, en este caso mundial, que puede acabar como aquellas, con más desigualdad, más oligarcas, más pobreza, más nacionalismo, más enfrentamientos,... 

Este proceso de cambio pondrá en duda el futuro de las democracias de occidente, si el nuevo orden mundial triunfa puede que las democracias sigan existiendo formalmente, pero no serán igual a como ahora las idealizamos. Es posible que tendamos hacia sistemas más autárquicos con apariencia de democracias, con liderazgos más personalistas, más fuertes, con un intento continuo de asaltar la independencia de poderes, más fuera de control de los equilibrios del poder. 

Si el candidato, o alguno de sus más cercanos asesores, fallecen antes de su toma de posesión, las consecuencias pueden ser muy peligrosas, empezando por una guerra civil en Estados Unidos y continuando por... no lo sé, a nivel mundial. 

Concluyendo, la administración Trump 2.0 pretende en un plazo breve de dos años, periodo en el que tiene más capacidad de actuación, establecer un nuevo orden mundial, económico, geopolítico, financiero, mediático, social, militar,... que permita abrir una nueva etapa global de relaciones entre las grandes potencias que, en caso de llegar a un acuerdo favorable para las diferentes partes implicadas, puedan repartirse el mundo y sus distintos recursos de una forma más o menos equilibrada, permitiendo unos años de estabilidad global, de reducción de los puntos de fricción, entre una potencia que se sabe en fase decreciente de su poderío y otra que, a pesar de los baches de los últimos años, se encuentra en una fase de expansión. 

Probablemente se cumpla lo que el “gatopardismo” político recomienda a los poderosos, aristócratas e influyentes mundiales, «cambiar todo para que nada cambie», aceptar los cambios para que todo siga igual, para seguir conservando su influencia y poder.


César J. Pollo - 2025 ©

martes, 3 de diciembre de 2024

CHARING CROSS (ELEANOR CROSS)

Charing Cross, Londres, el kilómetro cero de las carreteras británicas, en realidad es un monumento levantado en recuerdo de una burgalesa, muerta en 1290 cerca de Harby, Nottinghamshire.

Leonor, hija de Fernando III el Santo, se había casado con Eduardo (Edward Longshanks, piernas largas, ya que media 1,88 m y en la película Braveheart es ridiculizado, sin mucho motivo) en el monasterio de las Huelgas en 1254, en 1270 acompañó a su marido a la Novena Cruzada hasta Tierra Santa, regresando en 1272 a Inglaterra para ser coronados, convirtiéndose en la primera mujer castellana reina de Inglaterra y señora de Irlanda.

Llego a tener 15 hijos con Eduardo I de Inglaterra, quien conquisto el reino de Gales, también acompañado de Leonor, que estaba embarazada de su hijo menor. En consecuencia, el rey nombra a su cuarto hijo, Eduardo de Carnavon (el hijo homosexual en la película) príncipe de Gales, el primero de la historia.

Eduardo I, profundamente afectado por el fallecimiento de su esposa, mando que trasladaran su cuerpo a la abadía de Westminster, donde en la actualidad se encuentra su efigie en bronce, junto a los escudos de León y Castilla. Hasta la reforma anglicana, 250 años después, siempre hubo dos velas encendidas junto al sepulcro.

En cada parada del cortejo fúnebre el rey ordenó que se levantará una cruz, la de Charing Cross fue una de esas 12 cruces que mando construir en honor a esos lugares donde se detuvo el cortejo de Leonor.

Su nombre es debido a que en el lugar existía una aldea llamada Charing, un cruce de caminos próximo al viejo Londres, aunque también existe la teoría que dice que a Leonor la llamaban Cherie Reine (la reina querida), en esa época se hablaba francés en la corte inglesa.

Sólo se conservan 3 de esas cruces, la más importante y última fue reconstruida en el siglo XIX, es el monumento que existe en Charing Cross (Eleanor Cross).



César J. Pollo - 2024 ©

lunes, 25 de noviembre de 2024

NUEVA AVISPA INVASORA

Nueva incorporación a la lista de especies invasoras en Europa, aparece en Asturias la avispa Vespa soror.

Especie algo más grande que V. velutina y V. crabro, de media. Obreras 25-35 mm, reinas 40-50 mm, es el avispón más grande citado en Europa en estos momentos.

Sus nidos son subterráneos entre las raíces y se localizan en zonas forestales.




Con esta incorporación, el elenco de avispones citados en el territorio ibérico-balear asciende a 6, el nativo V. crabro y las invasoras V. velutinaV. orientalisV. bicolorV. soror y Dolichovespula media.

Esta especie es un depredador agresivo y se ha observado que atacan los nidos de las abejas, las avispas y las especies más pequeñas de avispones. También se alimentan, a menos en otras áreas geográficas, de mantis, libélulas, mariposas, saltamontes y pequeños vertebrados como las salamanquesas.

En caso de asentarse, su tamaño y voracidad podrían suponer un fuerte perjuicio para la fauna nativa.

EL ZORRO COMO VECTOR LIMITADOR DE LA ENFERMEDAD DE LYME

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